lunes, 15 de mayo de 2017


Hoy
está sereno el día.
Transcurrió
a sus anchas entre las hojas
sobre la piedra, acarició
nuestro contorno
en la tarde en el patio.

Besó luego, en la noche.
Con el mismo aire y el mismo susurro
“mañana estará bien”
cuando la culpa tensó mi cuello
y el balance tendió,
natural, a la falta.

Llevas contigo un aprendizaje inútil
Eres necio en tu creencia
dijeron las hojas:

No cuentes nuestros picos
No entiendas nuestro color
más que primariamente
No nos nombres
nos llamamos como olemos
Ante nadie nos descubrirás
sin invitarle también
a que raspe su uña.

Y hoy y mañana no te detengas.
La brisa es fresca y no es la última
pero recuerda que cada vez son menos.