Para Grisel
Qué mejor que decir
que soy un hombre escribiendo,
aún hoy que me basta con hablar.
Haber visto, de mi amor, los tobillos
en arena y agua, a la orilla del río
y que el lenguaje allí se me presente:
¿qué es el río, sino el nombre que le dimos?
Perdí tiempo creyendo en una lengua pagana,
busqué y junté, palabras, ante las sombras,
como quien reza, a quien sea.
De lo que hablo y digo
nada es cierto
ni me muestra seguro:
mi obra sólo puede ser menos
que el fluir de mi conciencia,
mi acción y mi espanto.
Algo, sin embargo, permanece
La esperanza en nuestro animal
que no es sino uno que habla;
intuición de que lo oscuro
es terreno de la luz.
De mi experiencia podrán decir que es poca
y a pesar de todo siento, veo y pienso;
vivir sin quedarme, no tomar
del pasado el modo de ver el presente
De mi experiencia como hombre
el río y el pasto en la piel
aún es poco;
la madre rota,
con su niño
ciego de pegamento, en el tren,
aún es poco
ante tus pliegues y contorno
dolerme la carne hasta el hueso
alcanza
decir lo que no tiene cómo nombrarse
dejar lo que soy
sólo es posible en tu cuerpo.
1 comentario:
Hermosa. Alguna usé ese nick.
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