martes, 9 de enero de 2007

No es mi último adiós

Y ya sé, y no me importa, que Julieta
sólo tenga para mí media hora de placer,
porque después el gusto de dormir entre sus tetas blancas
y su pelo negro esparcido sobre la almohada
como el corpiño en el suelo.
(¿Acaso puedo esperar de vos algo más
que espiarte los muslos?)

Por tu culpa ya el whisky me abre la frente
apenas después de la segunda copa.
Y, ¿con qué sanar el vómito en la lengua,
el abismo en la garganta
o los labios entumecidos?
Y,…
sólo lo hago porque sé
que borracho te gusto cada día menos.

La página en blanco se destruiría
si la apoyo en tu vientre,
y quizá la única manera
de escribir
infinito sobre tu cuerpo
sea jamás conocerlo.

No,
no me hables cuando esto llegue a tus manos,
porque no vas a tener que arreglar nada,
porque voy a volver a caer antes de tiempo,
porque después de este poema voy a salvarte de nuevo,
porque este no es mi último adiós.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Siempre me ha gustado la gente que escribe, sobre todo cosas así, ya que se trata de emociones y sentimientos y es algo dificil de describir para la mayoría de las personas. Les he dado un buen repaso a tus escritos, espero que no te haya molestado pero vi el link en tu fotolog y cuando leí el primero...(:

sigue escribiendo ^^